Por Andrés Gananci
Muchos comediantes comienzas
sus carreras en pequeños locales en las noches de micrófono abierto donde
muchos nuevos talentos se atreven a mostrar sus rutinas a pesar de que quizá no
estén totalmente pulidas.
Es que no es demasiado fácil
pararse frente a un público para tratar de “hacerlos reír”, no es lo mismo para
nada ser una persona graciosa entre los amigos, que hacerlo frente a una
audiencia quizá fría y con sed de juzgar al pobre intento de comediante que ose
a pararse frente a ellos, se requiere de muchas cosas y no es solamente es el
talento.
Por supuesto que el talento
ayuda y es fundamental, pero también es necesario prestar atención a otros
aspectos para que esa primera experiencia pueda ser más positiva y llenarte de
motivación, en vez de ser algo que te traumatice por unos meses hasta que
puedas volver a intentar.
Si has estado acariciando la
idea de participar en una noche de micrófono abierto, pero hasta ahora no has
terminado de atreverte -por diferentes razones-, antes de que termines de dar
el paso definitivo te recomiendo leer en Gananci algunas claves
para que tener éxito tanto en tu primera presentación “oficial” como en las que
vengan.
En los shows de micrófono
abierto no participan personas solamente que quieran convertirse en comediantes
profesionales. Muchas personas lo hacen como un hobbie, porque les agrada
entretener a otros, o simplemente como una manera de expresarse a través de la
comedia y contar sus propias experiencias desde el punto de vista del humor.
Hay quienes se sienten
inspirados y al ir a un local donde hay micrófono abierto se lanzan sin
anestesia, ni red de seguridad, sino que se dejan llevar por la musa de ese
momento y “a ver qué sale”. Sin embargo, otros prefieren atreverse cuando ya lo
han meditado con la almohada. Si tú perteneces a la segunda categoría, has
llegado al lugar correcto, porque a continuación te daremos algunos consejos
para que tu primera experiencia en un escenario de comedia amateur pueda fluir
de la mejor manera:
Confía en tu potencial
Si quieres hacer esto confía
en que eres capaz de ello. No te pares por lo que otros te hayan dicho o quizá
por experiencias previas que no hayan salido según lo planeado. Si tú tienes
seguridad en ti mismo, podrás transmitir eso al público, lo que hará tu
actuación mucho más convincente.
En cambio, si te presentas
frente a una audiencia con una confianza frágil, estarás poniéndote en bandeja
de plata para las críticas, comentarios crueles y hasta burlas innecesarias.
Trabajar en la seguridad y
confianza propia en muchos casos puede llevar mucho tiempo, pero mientras
puedes “actuar” como si la tuvieras. Llega un momento en que de tanto “actuar”
de esa forma, comienza a hacerse una realidad en tu vida en todos los aspectos
de la misma, lo cual definitivamente te traerá resultados muy positivos
¡Garantizado!
Prepárate
Si quieres triunfar en tu
primera presentación de micrófono abierto (así hayas tenido otras antes sería
la primera luego de leer esta información) es importante que te prepares. Puede
que funciones muy bien improvisando y eso es respetable, pero siempre es
necesario tener aunque sea alguna escaleta o guía en mente, porque en el
momento que estás frente al micrófono, la presión puede hacer que tu cerebro no
funcione de la manera en que estás acostumbrado.
Al estar preparado no
solamente aumentan las probabilidades de que te vaya excelente en el show, sino
que además te sentirás mucho más seguro de ti mismo y de tu material porque es
algo que sabes que funciona.
¿Cómo puedes saber que
funciona? La preparación no es solamente escribir un discurso que consideres
chistoso, líneas divertidas o chistes en toda la extensión de la palabra, sino
también probar cómo lo toman tus amigos, familia, gente de confianza y así medir
cómo podría ser la reacción del público.
Esto no es infalible, pero sí
podría ayudarte para que no llegues completamente en blanco a presentar un
material que solo tú has tenido la oportunidad de evaluar. No tienes que
hacerle el show a muchas personas para luego presentarlo después, pero sí
podrías pedir algunas opiniones acerca de ciertos temas, líneas o chistes a
personas que consideres podrían aportarte algo útil.
No te tomes las cosas de manera personal
Si quieres hacer comedia
necesitas tener seguridad en ti mismo y saber que no todas las personas que
están entre el público están ahí para reír. Muchas van solo para juzgar,
burlarse o quizá están ahí por casualidad y solo quieren escuchar música por lo
que están deseando con todas sus fuerzas que las personas dejen de hablar para
que puedan disfrutar con tranquilidad de sus melodías.
A lo que vamos con todo esto
es que no puedes dejarte afectar por los comentarios mal sanos que puedan hacer
algunas personas del público, solo por molestar o divertirse a tu costa.
Recuerda que siempre habrá la posibilidad de burla y en caso de que ocurra,
deja que te resbalen las opiniones de los otros.
Siempre ten presente que las
opiniones son como los traseros: todo el mundo tiene uno y a veces apestan, así
que no estás obligado a aceptarlas. Es necesario que construyas una especie de
escudo alrededor de ti para que estas críticas no te hagan daño, sino que
puedas utilizar las que sí te sean útiles para mejorar.
Respeta a la audiencia
No siempre la audiencia te
respetará a ti, a eso te expones al presentarte en una noche de micrófono
abierto, pero sí es necesario que tú los respetes a ellos. Sin excepciones.
En ocasiones se suscitan
problemas en estos eventos porque una de las dos partes se irrespeta y la otra
reacciona lo que en vez de apaciguar los ánimos, lo que hace es caldearlos más.
Así que toma en cuenta el respeto al momento de escribir tu rutina.
Hoy en día es muy fácil
ofender a las personas debido a que hay demasiado temas sensibles -muchos más
que antes-, así que lo más probable es que no a todo el mundo le agrade
particularmente lo que dices, pero tampoco hay que estirar demasiado la liga
porque terminarás siendo más ofensivo que gracioso.
Evita las muletillas
Por último, pero sin restarle
importancia está el hecho de cuidar la comunicación. A veces por el nerviosismo
podemos acudir a las muletillas, que son palabras que se repiten constantemente
entre una frase y otra, pero no son necesarias en lo absoluto.
Estas muletillas pueden ser
bastante molestas para la audiencia y además ser difíciles de detectar para el
que las dice. Así que debes prestar bastante atención para que no cometas este
error que puede ser muy común y dañar rutinas con el potencial de ser muy
buenas.
Sigue estos consejos y verás
como las probabilidades de que tu acto sea bueno, aumentaran considerablemente,
lo que te hará seguir puliéndote y mejorar cada día ¡Sacúdete el miedo! Y para
lograrlo, también puedes ver algunos trucos de Gananci que te ayudaran a mantenerte
motivado para conseguir tus sueños.