Ayer reasumió el gobernador Barreto el ejercicio de su cargo tras una larga licencia, justificada por algunos problemas de salud, de esos no muy graves pero a los
que se les debe parar bolas para que no se compliquen a futuro. Fue, como siempre, recibido con entusiasmo por sus subalternos, especialmente por los más cercanos al su despacho, que ya lo extrañaban y entristecían sin la calidez,
amabilidad y buen trato al que estaban acostumbrados antes de su temporal
partida. Por su parte el encargado, doctor Triano, recogerá
sus cachivaches y regresa a su oficina de comunicaciones, envíos, relatos,
versiones, cuentos y otros asuntos de igual importancia. Bienvenido doctor
Barreto.