Mi amigo Hernando Álvarez Urueña,
es un ibaguereño de 35 años, que por su dedicación al trabajo arduo y a
disciplinas físicas extremas revela 5 o 6 años más, estudio en el Externado
Popular de Ibagué, de los hermanos Jorge y Félix Salgado, en donde se graduó
con honores como bachiller clásico. Por esa época tuve el privilegio de conocer
a su padre, amigo del mío, el de Hernando liberal y el mío conservador, pero
buenos amigo. El viejo Hernando, hombre agradable, amable e inteligente,
igualito a su hijo Hernando “El Divino”, pero medio metro más bajito, envió a
su aun tierno heredero a estudiar a Bogotá quién después de seis años regresó
con el título de Doctor en Derecho nada menos que de la Universidad Libre de
Colombia, en la que se graduaban y salían liberales o no se graduaban y seguían
de comunista. Ha sido Concejal de Ibagué cada vez que se le ha dado la gana y
no ha llegado a alcaldía porque no lo ha dejado pasar la rosca. Sigue litigando
con mucho éxito y además dedicado al servicio a los ciudadanos humildes y necesitados
con criterio revolucionario pero sano, me explico, a Hernando le gusta la propiedad,
pero la ganada con el sudor de su propia frente y no como a los que les gusta
la propiedad, pero con el sudor ajeno. En el campo gremial se destaca como fundador
de Asocalvitol, asociación que preside desde su creación y que reúne las más
altas, grandes y brillantes cabezas del Tolima.